Estoy leyendo el libro sobre la vida de Elon Musk. No esperaba demasiado, sólo quería un libro para pasar el rato, así que lo descargué en mi Kindle y me puse a leerlo. Me di cuenta de que de vez en cuando el autor era casi un sobón de Elon Musk: hasta cuando Elon cometía alguna falta, el autor parecía justificarlo.
Más adelante, me topé con la sorpresa de que, más allá de lo motivador que pueda ser el libro, porque de verdad me motivó, demuestra ser diferente a los de autoayuda. No es como una lista de instrucciones y tareas que algunos otros libros te ofrecen realizar como un mantra; no había secretos, sólo una verdad descubierta: si quieres éxito, esfuérzate. No hay entrelíneas, esfuérzate bien, hasta que las ganas no te den.
El esfuerzo y compromiso de Musk para lograr sus convicciones puede evidenciarse en la siguiente foto que saqué del libro:
Y recordé una de frase inscrita en algún lugar de Los Olivos por donde siempre paso con el autobús:
El esfuerzo es la garantía del éxito”
No recuerdo su nombre, pero si van por Los Olivos, Lima, pueden encontrarlo debajo de la frase. En todo caso parece una frase común que podría fácilmente ser generada por alguna inteligencia artificial.
Al buscar el autor de la frase de arriba en Google, me topé con lo siguiente:
Dicho resultado puede verse en la siguiente dirección: https://www.javierregueira.com/trabajar-lejos/
De todas formas un esfuerzo sin una pizca de inteligencia es esfuerzo en vano. Si quiero conseguir algo, debo esforzarme, pero cada acción debe estar alineada con ese objetivo; si me esfuerzo mucho y no lo consigo, hago otra cosa, pero con el mismo esfuerzo.
Musk no sólo es una persona que trabaja mucho, personas así hay por montones, sino que también es inteligente.
Me parece gracioso que en la portada del libro de Ashlee Vance le hayan colocado la frase “El empresario que anticipa el futuro” y creo que sólo es en español. Yo siento que decirle “empresario” es una bajeza. Musk es un desarrollador, casi ganador de un torneo de Quake en el que ganaron miles de dólares (menciono Quake porque es uno de mis juegos favoritos con el que crecí), memero y otaku. Todavía me faltan características, me parece; sin embargo, nuevamente considero que la palabra empresario le queda bastante corta.
Finalmente, no es como Mark Zuckerberg, por ejemplo, que quiere quedar bien con todos.